Coordinación del proyecto.
Truck Art Project
Categorías
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Truck Art Project es un original proyecto de mecenazgo artístico destinado a componer una particular colección de arte contemporáneo sin propietario alguno, en el que los monumentales soportes de las obras son camiones.
Impulsado por el empresario y coleccionista Jaime Colsa, socio fundador de Club Matador y miembro de la Asociación 9915, comisariado por Fer Francés en arte contemporáneo y Óscar Sanz en arte urbano.
La iniciativa se convierte así en un muestrario vivo de las tendencias más actuales de la pintura, el dibujo y el arte urbano en nuestro país (aunque el ambicioso programa tiene la intención de mostrarse aún más multidisciplinar implicando a otras técnicas como la fotografía, la música o el cine), alejado del cubo blanco y destinado a un receptor que no es el habitual del arte contemporáneo en contextos que tampoco le son favorables.
El resultado es una colección de arte móvil que reta al artista a enfrentarse a escalas y presupuestos de partida a los que probablemente antes no había atendido y que nos transforma en espectadores involuntarios y fugaces de las obras de arte. Este es el punto de partida con el objetivo de alcanzar un total de 100 propuestas artísticas.
Director
Jaime Colsa
Arte Contemporáneo
Fer Francés
Arte Urbano
Ink and Movement
Vídeo
EdiciónPro
Thisisbrv
Bandiz Studio
Logo
Bnomio
Coordinador de Proyecto
Gerardo Bezanilla
Colaboran
Palibex
iam (Ink and Movement)
KLASSE
FRÉ
Fotografía
Panci Calvo
Fernando Arús / Laura Hojas
Marta Krystyna J / Elchino Po
Textos
Javier Díaz-Guardiola
Gorka Mohamed
& Matías Sánchez
TruckArtProject, arte en movimiento ¿otra forma de arte cinético?
No somos conscientes de todos los mecanismos que hacen posible que aquello que llamamos “realidad” fluya y funcione a la perfección. Como un reloj antiguo, cuya imbricada maquinaria nos da la hora en los momentos precisos hasta que reparamos que una pequeña piedra atascó su mecanismo; o un grifo, que aporta agua cada vez que lo abrimos hasta ese día en el que, después de girarlo, se interrumpe el flujo. Algo similar ocurre con la ciudad, cuyos movimientos vienen marcados por los ritmos de sus habitantes, sus prisas, sus nervios, sus anhelos y necesidades, en el que determinados elementos, de tan familiares, pasan totalmente desapercibidos a nuestra mirada.
Un proyecto como TruckArtProject viene a concienciarnos sobre esta cuestión en el contexto de la ciudad. Y lo hace desde el arte, poniendo el acento en su red de transportes. Echemos mano de una imagen poética: imaginémonos un paisaje natural por el que fluye un río. Después de contemplarlo durante largo rato, la imagen, de alguna manera, se congela ante nuestros ojos. Es como si nada sucediera. Los árboles en la orilla, descansan en silencio. El caudal se mueve, pero no percibimos su avance. El resto de vegetación, si acaso se mece cuando se levanta algo de viento. Ahora bien, si lanzamos una pelota al agua, por pequeña que sea, la escena se altera. Y es al percibir su recorrido cuando tenemos la sensación de que cesa la quietud y que el tiempo comienza a avanzar. Están pasando cosas.
TruckArtProject es, en el ámbito urbano, esa pelota que llama nuestra atención y nos obliga a tomar conciencia y a hacernos preguntas. Camiones y otros vehículos de transportes de mercancías que, al mudar de piel y convertirse en soporte de obras artísticas, insertos en el flujo natural del tráfico, transforman el paisaje, llevan el arte a la calle y nos convierten en espectadores fugaces e involuntarios de creaciones plásticas en movimiento, que, como todo discurso reflexivo, están llamadas a interrogarnos sobre nosotros mismos con la complicidad de un nutrido grupo de destacados artistas españoles.
TruckArtProject es un original proyecto de mecenazgo artístico impulsado por el empresario y coleccionista Jaime Colsa, destinado a componer una particular colección de arte contemporáneo español, sin propietario alguno, en el que los monumentales soportes de las obras son los camiones con los que colabora su empresa. La iniciativa se convierte así en un muestrario vivo de las tendencias más actuales de la pintura, el dibujo y el graffiti en nuestro a país (aunque el ambicioso programa tiene la intención de mostrarse aún más multidisciplinar implicando a otras técnicas como la fotografía, el vídeo o el cine), alejado del cubo blanco y destinado a un receptor que no es el habitual del arte contemporáneo en contextos que tampoco le son favorables. El resultado es una colección de arte móvil que reta al artista a enfrentarse a escalas y presupuestos de partida a los que probablemente antes no había atendido y que nos transforma en espectadores involuntarios y fugaces de las obras de arte.
El proyecto tiene su origen en una de las participaciones de Jaime Colsa en la campaña Movember, iniciativa internacional que pretende concienciar a la sociedad en la lucha contra el cáncer de próstata y testículos, la de 2013 donde encargó al artista urbano Okuda un gran mural inspirado en las instalaciones de su empresa en Madrid. El resultado hizo fantasear a sus promotores con la posibilidad de intervenir pictóricamente uno de los camiones con los que trabajan habitualmente; vagones de trenes y remolques de camiones siempre han sido un elemento fetiche para graffiteros y artistas urbanos, de forma que la idea, que suponía poner verdaderamente el arte en movimiento, sedujo también al propio Okuda.
En muy poco tiempo el proyecto ha evolucionado con rapidez: así, de la idea primigenia que pretendía intervenir pictóricamente un único camión, se pensó en la posibilidad de producir toda una galería de vehículos intervenidos, cada uno de ellos encargado a un artista destacado y con una trayectoria reconocida. Eso supondría, a la finalización del mismo, contar con una colección en movimiento en un formato novedoso y a una escala que tampoco suele ser la habitual a la que se enfrentan los artistas. Por otro lado, es en este punto que se decide que no sean únicamente graffiteros o artistas urbanos los creadores que se beneficiarían del proyecto: “Me pareció interesante involucrar a otro tipo de agentes, todos ellos contemporáneos, que manejasen las más variadas disciplinas, de la pintura a la fotografía, sin olvidar el vídeo, es decir, la propia imagen en movimiento para un proyecto en movimiento”, señala Colsa. Su sueño se abre así a la multidisciplinariedad.
Jaime Colsa se apoya en dos coordinadores, encargados de desplegar y materializar el programa. De un lado, el joven galerista Fer Francés, que colabora en TruckArtProject seleccionando a los artistas con una trayectoria más consolidada. De otro, Óscar Sanz, uno de los responsables de Plural e InkAndMovement, se encarga a su vez de aquellos creadores que se nutren de la calle y la creación más urbana. Ellos son los dos comisarios de TruckArtProject.
Los primeros camiones ya están, y nunca mejor dicho, en marcha. Los artistas intervienen las dos caras del vehículo con total libertad de técnica y sin consignas para los contenidos. Quedan excluidas otras partes del camión dado que lo que TruckArtProject propone es un lienzo (más grande de lo habitual), un gran lienzo en blanco que, por su escala, es un reto para los creadores. Porque, por sus características, éste no es un cuadro o un mural más. Los artistas implicados tienen que tener muy en cuenta su envergadura, las características del soporte y la naturaleza de su posible receptor.
Abrió la nómina de invitados el cántabro Javier Arce. Los artistas urbanos Okuda y Suso33 fueron los siguientes, que se atrevieron con dos de los vehículos de mayor envergadura, los de más de 13 metros de longitud. Algo más pequeños, adaptados para el reparto en el ámbito urbano, son los de Marina Vargas y Abraham Lacalle. Antes de que acabe 2015, doce camiones deberían estar ya circulando con su nueva fisonomía artística por las carreteras españolas. Sus autores serán artistas de la altura de Carlos Aires (que no es pintor, lo que amplía el abanico de técnicas), o Javier Calleja. El cineasta Chiqui Carabante también prepara una pieza para TruckArtProject. Él “pintará” proyectando su vídeo sobre un camión en blanco: “Al principio pensamos en contar con él para que documentara el proyecto de los primeros artistas, pero se nos ocurrió que sería mucho más interesante involucrarlo”, subraya Colsa.
La mayor parte de los camiones se intervienen en las instalaciones de su empresa, aunque algunos artistas han declarado que preferirán “meter” el camión en su estudio: “Así ocurrió con Javier Arce, al que se le enviaron las lonas, y que trabajó en su pueblo. Una vez montadas en el vehículo, las remató aquí”. El reto es llegar a pintar cien vehículos, involucrando a más empresas, que se ven seducidas por un proyecto artístico.
El proyecto se alía asimismo con las nuevas tecnologías. Su página web funciona como una galería con contenidos sobre la iniciativa y sobre todos los artistas que participan, cuya biografía se enriquece con imágenes que documentan su labor y contextualizan su aportación a TruckArtProject desde un rico material audiovisual (fotografías y vídeos) que documenta cómo se produjo su camión, junto con todas las interacciones que su vehículo ha tenido con sus públicos. Por otro lado, la posibilidad de indicar en tiempo real la trayectoria de los camiones en movimiento gracias a los instrumentos actuales de geolocalización por satélite dará pie a una aplicación para dispositivos móviles que aporte la información necesaria para conocer dónde se encuentra cada vehículo en un momento concreto, lo que facilita al potencial espectador que diseñe y organice su interacción con los mismos.
La empresa trabaja con camiones de diferentes portes y medidas: “Eso nos llevó a considerar que sería interesante sacar el máximo rendimiento a estos nuevos soportes. Dado que esos vehículos van a llevar el arte a contextos que no son los habituales, pueden ser utilizarlos para llegar a zonas donde no se organizan exposiciones, y hacerlo no como los típicos contenedores en los que se despliegan proyectos artísticos, algo, por otro lado, muy habitual en algunas ferias y determinados festivales, sino que ellos mismos fueran los soportes para intervenciones artísticas móviles in situ en todo tipo de eventos culturales, no necesariamente plásticos, como festivales de música”.
TruckArtProject es, en muchos sentidos, un proyecto efímero. Para comenzar, porque sus promotores no son los propietarios de los vehículos que se emplean como soporte, pero que ponen el acento en el proceso. Tanto éste como con las relaciones a todos los niveles que se generan con los agentes implicados, es con lo que ellos disfrutan y se enriquecen vitalmente. En segundo lugar, porque estas obras, pese a su envergadura y su escala, no están pensadas para perdurar en el tiempo (su paso, la acción del sol, el día a día de los camiones, que seguirán realizando su labor de forma natural, marcarán la vida de las intervenciones). Por último, porque su recepción es fugaz y arbitraria, lejos de los condicionantes a los que está acostumbrado el espectador en una sala de arte. Es por ello que la intención última de la iniciativa dé pie a una publicación que conceptualize el proyecto y lo resuma con toda la documentación audiovisual que genere, y que será lo que quede como legado.
Por Javier Díaz-Guardiola