El Colegio Verdemar es una cooperativa de enseñanza que cuenta con una trayectoria educativa de cincuenta años en la actualidad. En el momento del encargo gran parte del profesorado inicial del proyecto se encontraba  cercano a la jubilación y la cooperativa quería dejar una impronta de lo que habían supuesto todos esos años de trabajo que constituían la historia de Verdemar.

La dirección y coordinación del proyecto recayó en Julia Cacho, una de las primeras profesoras que llegaron al centro y que conoce a la perfección todos los aspectos que merecía la pena reseñar: fundadores, motivaciones iniciales, alumnado, metodología así como la evolución social del entorno y de la propia empresa cooperativa.

Verdemar basa su método de aprendizaje en la pedagogía Freinet. En ella, el alumnado es protagonista de su propio aprendizaje. No existen libros de texto, todos los materiales son creados en conjunto por el profesorado y el alumnado y se basan en experiencias personales donde las familias desempeñan un papel fundamental aportando conocimientos y vivencias. Se trata de un centro con un gran arraigo en la sociedad, muchas son las personas que han pasado por sus aulas y que se continúan definiendo parte del proyecto educativo.

Con todo esto, nos encontrábamos ante el reto de crear un libro que reuniera de un modo global las diferentes aportaciones de todos los agentes implicados. Un libro que reflejara la impronta pedagógica de un método que basa el aprendizaje de la lecto escritura en la creación de textos por medio de la imprenta.

Así, tuvimos claro que la imagen del libro debía ser eso: un texto compuesto en la imprenta. Una imagen que toda la comunidad Verdemar identificara como propia. Dos colores: el verde corporativo y el negro de la tinta de imprenta. Y un recorrido por su historia a través de los diferentes testimonios y relatos de la “Pequeña Historia de un Colegio Grande”.

«La obra que tienes en tus manos es el fruto del trabajo de un conjunto de personas que han participado y participan en esta realidad llamada Verdemar. Es una tarea concebida con el propósito de dejar testimonio de la existencia de esta cooperativa, nacida del compromiso y el entusiasmo de una pequeña porción de la sociedad civil de Cantabria volcada hacia el ámbito de la educación.

Es, sobre todo, un ejercicio de memoria que se parece a una historia en tanto que los recuerdos se nos ofrecen siguiendo la secuencia temporal de un relato. Es la memoria de personas que pertenecen al presente, evocando acontecimientos del pasado que forman parte de sus vidas en su variada condición de gestores, trabajadores, de familias, o bien de estudiantes del Colegio en que se han formado. Por lo tanto, sus recuerdos se convierten en testimonios de algo que sucedió y que merece ser objeto de la historia. Si hubiera que relacionar lo que este libro nos ofrece con los relatos históricos convencionales, diríamos que guarda un cierto paralelismo con lo que se denomina historia del presente, basada en fuentes orales, que podrá ser utilizado en el futuro como un documento para la historia.

La autoría de esta obra se debe, por lo tanto, a muchas personas, cuya contribución ha sido diferente, llegando a convertirse una parte importante del trabajo que acogen estas páginas ella misma en una experiencia pedagógica, mostrando que lo que se cuenta se predica también con el ejemplo.

Se trata de un libro que se singulariza porque sigue el estilo de las publicaciones nacidas al amparo del sello Verdemar, cuya parte gráfica y diseño hemos pretendido que reforzasen la transmisión de nuestro mensaje.

No podemos vivir sin memoria, sin incorporar el pasado que nos ha transportado hasta el presente, pues lo que hemos sido forma parte de lo que somos y se integra hasta darnos una determinada identidad. Pero esta obra no colmaría nuestras expectativas si no mirase también hacia el futuro, ese tiempo por venir en el que Verdemar irá creciendo, enriqueciendo su trayectoria, y las próximas generaciones estarán ahí para recordar lo que fue con la ayuda que les pueda proporcionar un libro como este.»

Julia Cacho Arce